La centrifugación es la manera en que se le aplica a diversos químicos o componentes una fuerza centrífuga por medio de una máquina rotatoria, para así separar sus componentes sólidos y líquidos y poder de esta manera estudiarlos a profundidad.
La máquina gira a una alta velocidad produciendo una fuerza de centrifugación alta que empuja los sedimentos sólidos y los separa de los líquidos.
Usos de la centrifugación en la química
Es sumamente necesario el uso de una centrifugadora para los procesos químicos debido a que es bastante frecuente la necesidad de separar las sustancia líquidas de los sólidos que se asientan en ellas, así como los cristales y otras partículas más densas que el líquido, para que sea posible su investigación.
En esta las sustancias se colocan en pequeños tubos de ensayo, se insertan en la máquina y la misma comienza a rotar velozmente para así forzar a los componentes a separarse entre sí.
Centrifugado en la medicina
En el área medicinal es también común ver que se aplique el procedimiento de centrifugado mediante estos aparatos.
Se utiliza mayormente para separar partículas que se encuentren en los fluidos biológicos, tales como la sangre. De esta manera es posible determinar si existe algún tipo de sedimento producido por alguna enfermedad o patología.
Con el uso de la centrifugación se hacen distintos tipos de exámenes. Inicialmente el movimiento produce un nivel de fricción que calienta los componentes sólidos y hace más sencilla su sedimentación.
Fuerza centrífuga en la alimentación
En el área alimenticia se utiliza la centrifugación para la preparación de diferentes productos. Uno de ellos es el jugo de frutas, que después de ser pasteurizado se centrifuga para eliminar así los restos de sedimentos que pudieran haber dejado la pulpa y las semillas de la fruta durante el proceso.
El aceite de oliva es extraído de las aceitunas igualmente mediante un proceso de centrifugado que lo separa de sus componentes originales.