La selección natural es un proceso mediante el cual, una especie se adapta al medio ambiente. Este proceso es un mecanismo evolutivo que plantea Charles Darwin en El Origen de las Especies.
La selección natural es el mecanismo evolutivo más conocido, ya que su precursor, Darwin, lo dio a conocer como la razón por la que los genes de los seres vivos se preservan y se reproducen a lo largo de los años.
Este proceso de la selección natural se basa en que los individuos que se adapten a su medio ambiente tienen más probabilidades de que sobrevivan y se reproduzcan.
Este tipo de individuos tienen la ventaja de adaptarse debido a ciertas características o rasgos que determinan sus genes. Por lo tanto, cuando se reproducen pueden heredar estas características a sus descendientes.

1º Principio de la variación: Los elementos de la población no son todos iguales. 2º Principio de la eficacia biológica diferencial: Los individuos que posean ciertas variantes estarán asociados a una mayor descendencia y/o longevidad. 3º Principio de la herencia: Los individuos tienden a transmitir sus características a la descendencia.
Por otro lado, los individuos que no son capaces de adaptarse a su entorno tiene menos posibilidades de sobrevivir en él, lo que genera que no se reproduzcan y sus características no se mantengan con el paso del tiempo.
En otras palabras, la selección natural actúa como la diferencia que tienen los individuos en su capacidad de supervivencia y de reproducción entre los genotipos diferentes, donde su reproducción es considerada un éxito.
Origen de las ideas del libro de Darwin
La selección natural tiene una gran importancia en la obra de El Origen de las Especies de Darwin, ya que es la idea central de este libro, y surgió no solo de los estudios que realizó este naturalista.
El naturalista Alfred Russel Wallace también influyó en este proceso, con sus ideas, en los cuales ambos explican el diseño que tiene la naturaleza. Por lo tanto, la evolución adaptativa que tienen los organismos se reflejan en esta teoría.
Viéndolo desde otro punto, la adaptación de todos los seres vivos en el medio ambiente, a lo largo de los años, no es nada más que la idea central de esta obra: la selección natural.
Incluso, el título de la reconocida obra de Darwin incluye a este mecanismo evolutivo, solo que las personas lo abrevian cuando se habla de él en un sentido general.
El Origen de las Especies por Medio de la Selección Natural es el título original del libro de Charles Darwin, el cual fue publicado en 1859, y su construcción tardó alrededor de 17 años.
Esta obra se basó en el viaje que realizó Darwin durante cinco años, y no sintetizó todo lo vivido, hasta seis años después. De la misma forma, no solo fueron los conocimientos de Darwin que generaron este libro.
Las distintas hipótesis propuestas por filósofos durante los siglos XVIII y XIX, también influyeron en la obra final de lo que hoy se maneja como la teoría de la evolución.
Esta obra ha sido foco de debates durante muchos años, sin embargo, los científicos de las áreas relacionadas han aceptado esta teoría, dando la razón a Darwin de que la selección natural explica bien la evolución de las especies.
A pesar de que en el libro la idea central de Darwin gira en torno a la selección natural, este mecanismo no es el único que define la evolución de las especies, ya que existen otros tres mecanismos que también influyen en este proceso.
Los mecanismos que se emplean para que la selección natural pueda ser correcta son la deriva genética, la mutación y la migración, los cuales se relacionan entre sí para explicar la idea en general que tenía Charles de la evolución.
La selección natural incluso puede generar nuevas especies, ya que el mecanismo de adaptación al medio ambiente que tienen cada una de ellas pueden generar características nuevas heredables a sus descendientes.