Si partimos de la premisa que indica que las fuerzas se basan en las diferentes interacciones que existen entre varios objetos en movimiento, tomando en cuenta factores como su velocidad, radio, aceleración, entre otros,
Podemos destacar que las fuerzas centrífuga y centrípeta son parte de este concepto, entre las teorías newtonianas en las que se encuentran igualmente los principios de la inercia.

Representación de la fuerza centrífuga (a la izquierda) y la fuerza centrípeta (a la derecha).
Fuerza centrífuga
Esta fuerza se denomina como tal debido al efecto visual que se produce cuando un objeto se encuentra girando alrededor de un eje, restringido por un segundo objeto que deforma la que debería ser una trayectoria recta y la transforma en lo que conocemos como Movimiento Circular Uniforme.
Allí existe una interacción entre dos objetos que nos hace pensar que la primera masa lucha por alejarse del centro del eje alrededor del cual se está moviendo, sin embargo, el efecto realmente es el contrario, y es por esta razón que la llamada fuerza centrífuga se considera una fuerza ficticia.
Fuerza Centrípeta
Conocemos como fuerza centrípeta a aquella que atrae los objetos o masas en movimiento hacia el centro del eje rotatorio mediante la intervención de una segunda masa.
Esta fuerza mantiene a los objetos girando con una trayectoria uniforme alrededor de su eje o centro, con una velocidad y aceleración constantes.
Es esta fuerza real la que evita que un objeto que está realizando un movimiento circular salga disparado hacia el exterior y siga una trayectoria recta.
La inercia
Todos estos conceptos pertenecen a las llamadas fuerzas de inercia, definidas por el científico Isaac Newton. Estas fuerzas estudian los diferentes tipos de movimiento y cómo estos se afectan entre sí.
La ilusión de la fuerza centrífuga, por ejemplo, es creada debido a que el segundo objeto que restringe el movimiento del primero y le hace ver como si éste quisiera alejarse del centro de rotación, rompe con la inercia original del objeto.