La religión, desde hace muchos años, incluso desde la creación de una de las civilizaciones más antiguas, ha sido considerada parte fundamental de la sociedad. La creencia en seres divinos que nos observan y ayudan en todo momento es algo que no se estableció en la actualidad, sino que siempre ha existido.
Ha sido parte de los genes del ser humano, desde su creación. Los incas establecieron una religión bastante particular.
¿Cómo se estableció la religión de los incas?
Cuando observamos a los diferentes dioses que eran el motivo de adoración de los incas y de las diferentes culturas que se acoplaron a este Imperio debido a la conquista, podemos darnos cuenta con facilidad que la religión de esta civilización estaba estrechamente ligada a la naturaleza.
Es decir, el principal objetivo de esta comunidad era lograr encontrar una armonía con la naturaleza, que era cada uno de los dioses.
Es uno de los puntos más interesantes, pues tenían una visión completamente diferente de los dioses. Diferían de todas las civilizaciones antiguas y de sus creencias.
¿En qué estaba basada la religión de los incas?
Como en muchos otros casos, esta religión tenía una inclinación politeísta, pues no adoraban a un dios supremo, sino a diferentes dioses que representaban distintas formas de la naturaleza.
Esto se debía especialmente porque este Imperio, tras colonizar un sinfín de territorios andinos, había comenzado a añadir a su religión los diferentes dioses en los que creían las demás etnias.
No obstante, todas estas comunidades que se unieron para crear el asombroso Imperio inca tenían algo en común: creían en el dios Sol, además de en Pachamama y Viracocha. Por esta razón la unificación resultó tan absoluta y se compenetró.
Surgimiento de la religión
Los incas creían que, al contrario de otras civilizaciones, Dios no era un “ser”, sino que era todo lo demás.
Es decir, que Dios y el Universo resultaban ser la misma cosa, es por ello que representaban a los diferentes dioses como seres de la naturaleza.