Cada una de las civilizaciones que existieron en el América del Sur antes de la conquista de los españoles y el nuevo orden que se estableció desde entonces, tenían una forma particular de estructurar los diferentes sistemas que hacían que dicha comunidad tuviera la oportunidad de mantenerse en equilibrio.
Uno de los más importantes es el de la economía, algo que resultó realmente importante para el Imperio de los Incas.
¿Cómo era la economía de los Incas?
Principalmente estaban estrechamente ligados a la agricultura, pues en ese momento poseían una impresionante tierra fértil, por lo que obtenían una gran variedad de todo tipo de cultivos y productos de origen vegetal.
Incluso fueron uno de los primeros en realizar experimentos para crear plantas nuevas que ofrecieran todo tipo de frutos diferentes a los que ya existían. Deseaban ser parte de la evolución de la raza humana.
No obstante, la organización establecida para realizar cada uno de los trabajos relacionados con la agricultura era tan estricta, que tuvieron la oportunidad de sacar provecho de cada espacio de tierra que tenían.
Un sistema funcional
Los Incas tenían la fiel creencia de que todo debía ser recíproco, es por ello que el sistema económico resultaba tan funcional.
Ninguno de los individuos que pertenecía a esta gran civilización tenía desventaja frente a otros. A pesar de que se ha tomado como referencia la actual idea del socialismo para compararlo con el sistema que tenían los incas, lo cierto es que este se diferenciaba en muchos sentidos.
No solo manejaban el sector agrícola, sino que, a medida que el imperio fue creciendo fueron capaces de comerciar con pescados, sales y artesanías que provenían de otros lugares.
Una economía avanzada
Sin duda, este resultaba un sistema económico realmente avanzado para la época a la que se hace mención, pues se estimaba que durante este periodo el ser humano era bárbaro y desorganizado, pero ellos supieron cómo manejarse a sí mismos.