Desde el inicio de la tierra, el ser humano ha buscado buscar una explicación divina a todo lo que sucede, por lo que el mundo espiritual está vinculado especialmente con las diferentes culturas que han ido accediendo a lugares diferentes de estas teorías.
En la cultura de los incas se adoraban a diferentes dioses, especialmente porque para ellos la conexión espiritual con la tierra era realmente importante e indispensable para vivir.
¿Cuáles eran los dioses de los incas?
Cada una de las grandes civilizaciones adoraban a diferentes dioses que representaban diferentes aspectos del hombre.
Un ejemplo de ello es en la antigua Grecia, donde existían dioses como Zeus y Hera que eran réplicas provistas de divinidad de los placeres del ser humano. Se encargaban de establecer conexiones espirituales con seres superiores que tenían la capacidad para gobernarlos.
Esto es precisamente lo que ocurría en el imperio Inca, solo que era de una forma mucho más llamativa a los anteriores.
Los principales dioses de los incas
En las múltiples historias mitológicas de la creación del Imperio Inca, se nombra muy especialmente al Dios Sol, en quiénes creían fielmente.
Este lo representaban como un antepasado de los hombres y era particularmente especial para la religión de esta cultura. Se representaba a la hermana y esposa como Mama Kilya, el nombre que le pusieron a la Luna.
Los dioses más influyentes para los incas
No obstante, existían dos dioses supremos que eran realmente representativos para este Imperio. Uno de ellos era Pachacamac, que era considerado el dios de la tierra y el fuego. El otro era Viracocha, dios de las aguas y las lluvias. E
s por ello que la religión inca se relaciona específicamente con la naturaleza y la tierra, pues cada uno de sus dioses representaba algún elemento fundamental para la supervivencia del hombre e incluso, la vitalidad de las tierras.