El impacto ambiental positivo es uno de los menos frecuentes, aunque debería ser lo contrario. Está relacionado con el hecho de establecer normas y ejecutar acciones que vayan en beneficio de generar algo bueno al ambiente.
El objetivo del impacto ambiental positivo es corregir los efectos negativos causados por el hombre. De hecho, debería ser una política de estado que toda empresa u organización tenga como principio fundamental la implementación de estrategias y acciones dirigidas a proteger el ambiente.
Son muchas las actividades que tienen un impacto ambiental positivo.
Reforestación
Eventos naturales como desastres o generados por el hombre como incendios y la deforestación, pueden revertirse con reforestación. Incluso en aquellas extensiones de tierra utilizadas para construcción debería ser ley la siembra de árboles o creación de áreas verdes.
Volver a sembrar plantas aumenta la biodiversidad, genera biomas, hay producción de oxígeno, se disminuye el efecto invernadero.
Riego eficiente
El agua no está distribuida de forma homogénea y siendo un líquido vital para la existencia de los seres vivos, es necesaria la creación de sistemas de riego regulable.
Un ejemplo de ello es el riego por goteo, que garantiza el ahorro de agua, impulsa la productividad de cultivos y evita la sequía de los suelos.
Reciclaje
El principal ataque del hombre hacia el ambiente es la alta generación de desechos, basura y residuos. Muchos de ellos tardan años en degradarse persistiendo en el ambiente y causando daño.
A través del reciclaje se puede clasificar la basura de acuerdo a su composición o toxicidad. De esta manera pueden reutilizarse los desechos aminorando el impacto negativo hacia el ambiente.
Implementación de energía verde
Es la energía obtenida de fuentes amigables con el medio ambiente. Está definida como una energía renovable porque es obtenida de los recursos inagotables naturales como la luz solar y el aire.
Este tipo de energía no genera desecho o residuos contaminantes.