Cada persona tiene diferentes aspiraciones en cuanto cómo desarrollar su vida y la formación sociocultural con la que ha sido educada. Sin embargo, existe un común denominador en los deseos de todos, una vivienda digna, contar con la alimentación adecuada y atención de la salud.
De igual manera, en vista del deterioro que ha sufrido el planeta, es de vital importancia vivir en una ambiente sano y equilibrado.
De hecho, en las últimas décadas se ha impulsado el crecimiento en los intereses internacionales por integrar medidas de conservación ambiental en las políticas económicas y sociales.
Empezar desde casa
Todos debemos preocuparnos por la conservación de nuestro entorno, por mantener el cuidado y la protección del ecosistema. Sin pasar por alto la necesidad de frenar el deterioro del planeta.
Sin embargo hay muchas personas que creen que si las acciones no se toman a nivel mundial poco se va a conseguir. En contraste a eso para conseguir un movimiento que posibilite y motive a las comunidades a tomar medidas debemos empezar por gestos pequeños.
Cualquier acción sencilla que se empiece a multiplicar de persona en persona, podemos colaborar y ser parte del cambio. Por ejemplo, ahorrar el agua cerrando los grifos cuando no se están usando y evitar que se gaste innecesariamente o apagar las luces y los electrodomésticos mientras no estamos en casa.
Desarrollo sostenible
Con la amenaza ambiental más crítica de la historia, el deterioro de los suelos, la escases de agua y recursos marinos, además de la producción alimentaria que cada vez se ve en la necesidad de aumentar sin que la naturaleza pueda proveer todos los recursos, han generado como consecuencia que diferentes organizaciones busquen tomar medidas para sostener el desarrollo de las actividades humanas sin dañar más a la naturaleza.
La principal función del concepto del desarrollo sostenible es la innovación de medidas que satisfacen las necesidades sin comprometer el futuro de los ecosistemas.