Hace unos seiscientos mil años se inicia lo que el hombre moderno ha nombrado como
Paleolítico o edad de piedra
Llamado así porque en este periodo el hombre empieza a trabajar con piedra en forma intensiva, para fabricar armas y utensilios, además de otros materiales como el marfil y el hueso.
A su vez este periodo se divide en tres etapas que a continuación describiremos:
Paleolítico inferior: (200.000 a 150.000 A.C.)
En esta etapa aparece el homo-erectus que poseía el mayor volumen cerebral que cualquier otro antropoide y sus restos fueron encontrados en Java y Pekín).
Paleolítico medio: (150.000 a 40.000 A.C.)
Los Pitencatropus desaparecen y son reemplazados por seres más evolucionados, en este caso se trata del Neandertal. Para esta época también se logra crear y dominar el fuego ya no aparece por azar, pudiendo así utilizarlo habitualmente.
Paleolítico Superior: (40.000 a 10.000 A.C.)
Después del Neandertal aparecen hombres que no son nada distintos al hombre actual y este es llamado Homo-Sapiens.
Estos aparecen en el Oriente Medio se extienden a Europa y África y fueron los primeros pobladores de América, a la cual llegaron cruzando el estrecho de Bering, el cual aparece con el descenso de las aguas de los océanos debido a la última glaciación.
Mesolítico (9.500 a 6000 A.C.)
Esta es la etapa de transición entre el paleolítico y el neolítico, en ella termina el pleistoceno (Clima diluvial) y entra en escena el clima y la geología actual.
Al desaparecer la mayoría de los mamíferos grades, el hombre es obligado a desarrollar otros recursos, lo que crea en la historia de la humanidad: La producción de alimentos.
Neolítico o edad de la piedra pulida (6.000 a 3.000)
Su nombre se debe porque las armas se hacían moliendo o puliendo la piedra, en vez de golpeando o fracturando.
Edad de bronce (3.000 al 1.100 A.C.)
En esta época se crean dos clases sociales: los campesinos (cultivo y pastoreo) en las afueras de la ciudad, y los habitantes de la ciudad (artesanos, comerciantes y funcionarios).
El poder se les otorga a un rey y sus colaboradores, encargados de defender y administrar la riqueza de la ciudad, generando los primeros impuestos, para sostener el aparato administrativo-militar, la religión y el mantenimiento de obras públicas.