El gobierno de México, particularmente, se toma muy en serio la protección del medio ambiente. Es por ello que la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales pone especial atención en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
MIA: un documento completo
Luego de estudios serios y completos, la Manifestación de Impacto Ambiental da a conocer justamente el impacto ambiental que podría generar una acción determinada. Es decir, la realización de una obra o ejecución de alguna actividad. Pero el documento además agrega las posibles maneras de evitarlo o atenuarlo, especialmente si es de tipo negativo.
La Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales se basa en este documento para establecer condiciones que rijan la realización de la obra o actividad. Previa una evaluación de lo contemplado por MIA, la Secretaria fija ciertos términos.
Los mismos están encaminados a proteger, preservar y restaurar el ambiente y los posibles ecosistemas que serán afectados. De esta manera procura aminorar en lo posible el efectivo negativo sobre el medio.
¿Cómo funciona la MIA?
Las MIA no son de uso exclusivo en México, en realidad se aplican en la mayoría de los países. Los respectivos estudios están a cargo de especialistas, consultores o instituciones académicas. Estos son pagados por la empresa responsable de la obra a realizar o actividad a cumplir.
Una autoridad se encarga de evaluar la MIA. Si el estudio no se adecúa a los requisitos solicitados por la autoridad, la MIA es rechazada. El proponente deberá realizar una nueva manifestación o mejorar los defectos y fallas recogidos en el documento.
Cuando el estudio es adecuado y la MIA indica que el proyecto es ambientalmente viable, el proponente está obligado a cumplir con las medidas de mitigación y compensación pertinentes. La inspección y vigilancia de que se cumplan tales disposiciones corre por cuenta de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.