Existe una gran preocupación por la conservación de los recursos naturales renovables. No en vano son importantes para el sustento de la vida. Sin embargo, no todos los recurso naturales son ilimitados y el uso excesivo de los mismos es poco beneficioso para el planeta y ya están generando ciertos conflictos ambientales.
Los combustibles fósiles son denominados así porque su formación data de hace millones de años atrás y se generaron a partir de restos orgánicos de plantas o animales muertos. Los mismos quedaron depositados en el agua y cubierto luego por muchos sedimentos. Al pasar del tiempo y luego de ciertas transformaciones químicas esos restos se convirtieron en carbón, gas y petróleo.
Como ya mencionamos, el uso desmedido de cada uno de estos combustibles fósiles genera un impacto ambiental negativo de gran relevancia.

El carbón
El proceso de extracción del carbón genera destrucción masiva de ecosistemas. Adicionalmente la combustión del carbón causa deterioro medioambiental. La emisión de gases a la atmósfera con residuos de óxido de azufre, óxido de nitrógeno y dióxido de carbono generan el efecto invernadero.
Se trata de un calentamiento de la Tierra producto de la presencia excesiva de esos gases en la atmósfera. Esto evita la salida necesaria de radiación infrarroja hacia el espacio para mantener regulada la temperatura de la superficie terrestre.
También está la lluvia ácida provocada por los óxidos de azufre y nitrógeno. Al reaccionar con el vapor de agua y los rayos solares, los gases se transforman en ácidos sulfúrico y nítrico precipitándose a la Tierra en forma de lluvia. Los principales afectados son los bosques, ríos y patrimonio arquitectónico (ataca la piedra).
El petróleo
La extracción de pozos petrolíferos, así como también la presencia de refinerías, oleoductos y buques petroleros ocasionan un fuerte impacto ambiental. Los gases emitidos contribuyen al efecto invernadero y la lluvia ácida. Pero además los vertidos dañan considerablemente el suelo y el agua.
Gas Natural
En el caso de la extracción del gas, las consecuencias o daños son similares al caso anterior. Lo que en definitiva obliga a un establecimiento de normativas que permitan controlar de mejor manera la terrible contaminación causada por los combustibles fósiles.