Desde nuestra declaración de independencia hasta nuestros días, hemos sido protagonistas de la historia que nos ve crecer como ciudadanos Bolivianos. Ser ciudadano, es ser protagonista de la vida de una nación, es cumplir con los valores que nos unen hacia el bienestar.
La bandera no solo es un símbolo de representación territorial, es también, un símbolo que refleja esa unidad y solidaridad ciudadana, ese compromiso que tenemos por y para la patria, de la búsqueda del bien común. Como veremos, nuestra bandera ha sufrido una serie de modificaciones las cuales estudiaremos en tres etapas históricos.
La Creación de la primera Bandera Nacional
Antes de mencionar las trasformaciones de las cuales ha sido sujeta la bandera, es necesario partir de su creación. La primera Bandera de Bolivia como Estado independiente, fue creada el 17 de Agosto de 1825, a través de un decreto ley de la Asamblea Deliberante. Esta, se caracterizaba por manifestarse en dos Banderas, las cuales una representaba la bandera de los civiles y otra la bandera oficial del territorio.
Sus diseños eran similares, “tres franjas horizontales, en las cuales las primeras franjas eran de color verde, las del medio eran color rojo y las del extremo inferior eran de color verde”. Lo que las hacía diferentes eran los símbolos que se encontraban en el centro de las banderas.
La Primera Modificación de la Bandera: en el año 1826
La primera modificación que presenta, fue gracias al Presidente de Bolivia, José Antonio Sucre, quien sin intenciones de alejarse por completo de la simbología y significación de la bandera de 1825, suscribe que ésta sea cambiada de la siguiente manera:
“Poniéndose en lugar de las cinco estrellas de oro, una franja amarilla superior, y las armas de la República al centro, dentro de dos ramas de olivo y laurel”.
Segunda Modificación de la Bandera: en el año 1851
Sin embargo, la bandera nacional sufre de un segundo cambio en su diseño, en manos del Presidente Manuel Isidoro Belzu, en el año 1851.
Esta modificación tiene una explicación bastante interesante, el Presidente Isidoro, mientras viajaba hacia Oruro, vio una arcoíris que resplandecía en el cielo, y notó que los tres colores que más sobresalían eran el “rojo, amarillo y verde”. A partir de allí, mando la propuesta a la Convención nacional que se celebraba en ese momento y fue aprobada la modificación del diseño de este símbolo patrio.
Sin duda alguna, podemos ver que estos cambios tienen el mensaje subyacente de la búsqueda de la identidad nacional. Son resultado de la lectura de sus Líderes por la integración y la unidad de todos como ciudadanos bolivianos.