Las proteínas fibrosas son moléculas altamente alargadas que están compuestas casi exclusivamente por su estructura secundaria. Muchas proteínas fibrosas, como las presentes en la piel, tendones y huesos del cuerpo humano, funcionan como materias estructurales que tienen un papel protector, conectivos y de soporte (y que también aparecen en otros seres vivos).
Otras, como las proteínas musculares y ciliares, tienen funciones relacionadas, específicamente, con la acción del movimiento.
Características de las proteínas fibrosas
Las moléculas fibrosas rara vez se cristalizan y así no son, generalmente, sujetas a la determinación estructural a través del análisis por rayos X.
En vez de cristalizarse, se asocian a fibras en donde sus largos ejes moleculares son más o menos paralelos al eje de la fibra. El patrón de difracción por rayos-X de tal fibra contiene muy poca información, haciendo que estas estructuras sean de difícil análisis a nivel estructural.
Sin embargo, William Astbury (1898 – 1961) en los años 1930 realizó estudios de rayos-X en proteínas fibrosas provenientes de la lana y de tendones.
Una vez que los primeros cristales de rayos-X de las proteínas sólo fueron determinados después del año de 1950, estos estudios constituyeron el primer intento de elucidación de los principios estructurales que conforman las proteínas.
Ejemplo de proteínas fibrosas
La queratina es un ejemplo de una proteína fibrosa, mecánicamente dura y químicamente no reactiva, que está presente en todos los vertebrados superiores.
Es el componente principal de la capa externa de estructuras como el pelo, cuernos, uñas y plumas. La queratina puede ser clasificada como queratina-α, que está presente en los mamíferos, o queratina-β, que está presente en las aves y reptiles.
Los mamíferos tienen más de 30 genes relativos a la queratina, que son expresados en una forma específica de cada tejido, en el que los productos son clasificados como pertenecientes a familias de polipéptidos relativamente ácidos (tipo I) o relativamente básicos (tipo II).
Los filamentos de queratina, que forman los filamentos intermedios de las células de la piel, tienen que contener por lo menos un miembro de cada tipo.