El Pitohui de Nueva Guinea (Pitohui dichrous), ave cantora endémica, tiene una potente neurotoxina en sus plumas y piel que le sirve para defenderse de los depredadores.
Es la primera ave identificada que cuenta con una toxina de este tipo, algo que es más común en algunas especies de ranas.
El agente químico es un alcaloide llamado homobatracho.
Al parecer estos pájaros no producen el veneno por sí solos, sino que lo adquieren de su dieta.
Algunas aves de la región que no tienen esta defensa imitan los colores del Pitohui para ahuyentar a sus depredadores.
Se ha sugerido que los colores tan llamativos de estas aves son ejemplo de aposematismo (coloración de advertencia).