Luego de luchar por toda Europa, el norte de África, en el mar y en Oriente, durante cuatro largos y destructivos años, por fin llegó la paz de nuevo a las grandes naciones en guerra.
Y es entonces cuando se debe formular la pregunta: ¿Quiénes son los victoriosos y los derrotados de la Gran Guerra?
Para empezar, debemos establecer un panorama general en el que prácticamente cada capital imperial se encuentra destruida y los campos han caído en la completa decadencia. En consecuencia, no hay rincón que sea capaz de prosperar luego de aquella devastación.
Los imperios más poderosos del mundo han caído por su propio peso y han sido heridos en el orgullo más profundo, solo contemplando como sus enemigos en guerra se alzan con la victoria y reparten entre ellos los frutos de la guerra.
Todo es relativo en la guerra
Para fines prácticos, la convención historiográfica más generalizada es afirmar que los victoriosos de la Primera Guerra Mundial fueron las potencias Aliadas, lideradas por el Reino Unido.
No obstante, cuando finalizó la guerra, surgieron en el seno de estas potencias una serie de disputas entre los Aliados que podría poner en tela de juicio la afirmación de que alguien ganó algo.
Tanto es así que el resentimiento sentido por parte del Reino de Italia, que se sentía estafado al no poder tener acceso al botín de guerra que, al finalizar la guerra, llegó a dar origen al surgimiento del Fascismo de Mussolini apenas 5 años después de la culminación de la guerra.
El Reino Unido contra todos
Por otra parte, la crisis económica generalizada, a causa de semejante devastación, dejó a todas las potencias europeas en la banca rota, lo que originó un extenso período de padecimientos de la población en términos de lo económico, social, cultural y psicológico durante un largo período de tiempo.
En cambio, esto no fue así para el Reino Unido. En vista de que el imperio británico era el mayor terrateniente del mundo, este se vio alimentado, al culminar la guerra, por sus territorios de ultramar.
De igual manera, al ser una isla demostró su capacidad de resistencia a la invasión por la que es históricamente famosa la tierra inglesa, por lo que sus pérdidas materiales fueron bastante reducidas en comparación a sus contrapartes de tierra firme.
En pocas palabras, no sería exagerado decir que, si bien Francia e Inglaterra comparten la victoria de la guerra, es el Reino Unido, en conjunto con los Estados Unidos, los grandes vencedores de esta conflagración.
El Reino Unido resultó vencedor por su gran extensión y su histórica capacidad para enfrentar conflictos bélicos y los Estados Unidos, por su parte, al estar lo suficientemente alejados, tuvieron una posición privilegiada que no dejó ningún saldo material en sus territorios.
Por lo cual, al terminar la guerra, su capacidad industrial no hizo más que acrecentarse, luego de haber salido incólume de semejante conflicto, lo que la condujo a convertirse en el gigante que hoy conocemos.