Son muchas las causas existentes para que a alguien, sobre todo a las mujeres, les salgan varices. Altas temperaturas, el embarazo, prendas de ropa muy ajustadas al cuerpo y obesidad son causas a las que se le atribuye la aparición de esta patología.
Las várices son muy comunes en las mujeres del mundo occidental la intervención quirúrgica para tratarlas o prevenirlas.
En la mujer, la exposición a esta patología es mayor debido a que ellas sufren muchos cambios hormonales, la edad es otra de las razones que también contribuyen a provocar esta anomalía. A esos dos factores podemos agregar el sedentarismo rutinario.
En la medicina se vive afirmando de manera constante que la aparición de esta patología tiene un carácter primario, en gran parte de los casos con un componente hereditario tan marcado que es difícil de ignorar.
Sus síntomas pasan toda una vida desde que aparecen evolucionando, consistiendo, en algunos casos, en sensaciones de dolor en las piernas así como calambres e hinchazón.
Las dilataciones varicosas aparecen en diferentes formas, por ejemplo telangiestáticas, que tendrían apariencia de arañas; reticulares, que tendrían hasta 3mm de diámetro, y tronculares, cuyo calibre es superior a 3 mm de diámetro.
Algunas situaciones complicadas comprenden roturas venosas, varicotrombosis, y hasta trastornos en la piel que generarían eczemas, atrofia cutánea y hasta calcificaciones.
Entre los consejos para prevenir este mal están los ejercicios. Os aconsejo pasear y montar bicicleta porque son de los que más los expertos recomiendan para la prevención de esta anomalía.
Cómo prevenirlas
A esto le seguirían algunos consejos como mantener la piel hidratada, no fumar, prevenir el estreñimiento, realizar duchas de agua fría para las piernas, y durante el reposo nocturno elevarlas a unos 15 a 20 c; llevar calzado ancho y cómodo es recomendable, preferiblemente de 3 a 4 cm.