Cuando nos estamos tratando de comunicar, ya sea en un ambiente más casual entre amigos o en una situación laboral como una conferencia o exposición, la manera en como nosotros nos proyectamos a nosotros mismos es muy importante, allí radica la importancia del lenguaje corporal.
Estar consciente de que es lo que hacemos con nuestros brazos y manos o como estamos controlando el espacio del cual disponemos para hablar ayudara a que nuestro mensaje llegue de una manera más convincente al receptor.
Lo que hay que destacar del lenguaje corporal
Cuando hablamos de lenguaje corporal, nos referimos a todo aquello que excluye lo que decimos mediante las palabras. Está formado por actitudes, gestos, posturas, movimientos, apariencia y la mayoría de ellos los hacemos de manera inconsciente.
Y lo más curioso aun, es que a pesar de que los percibimos también sin estar plenamente consciente de ellos, los logramos descifrar y estos nos transmiten cierta información que nos ayuda a formar una idea o complemento de lo que el emisor está diciendo.
Los pequeños detalles como el color de nuestra ropa o lo bien o mal combinada que este, nuestra apariencia, los gestos que usamos, etc. Todo esto trasmite información de nosotros mismos y los demás ciertamente lo perciben.
Importancia de la comunicación
Cuando estamos tratando de hacernos entender o de transmitir cierto mensaje a un público en general la manera en la que abordamos la situación puede marcar la diferencia de que tan efectivamente pueda llegar lo que estemos diciendo.
Podemos formular el mejor de los argumentos, pero si no sabemos cómo exponerlo ante alguien mas no servirá de mucho.
Gracias a muchos estudios se ha llegado a la conclusión de que las palabras solo tienen un 7 % de peso en la comunicación, la entonación de la voz un 38 % y el lenguaje corporal una 55 %. Por lo tanto podemos decir que no es lo que se diga, sino la forma en la que se hace.