Existen muchos mitos o leyendas promulgadas a través de los años en lo que respecta al nombre y la personalidad de la persona.
Por ejemplo, algunos podrían tratarse de que si una persona es llamada ‘’Laura’’ será un persona victoriosa, y no la abrumarán fracasos. Esto, a raíz del significado etimológico de ese nombre en particular.
Pero eso no quiere decir que por el contrario, si una niña no se le llama Laura, no será exitosa en la vida. Así pasa con la mayoría de los nombres y las presunciones de que el tipo de nombre influye en la personalidad que el niño o niña adoptará a lo largo de su vida. En la que de hecho, nadie más influirá, solo el mismo.
El carácter adoptado por el niño o niña
Por otra parte, existen nombres que quizás no sean algo apropiados para la época actual y quizás pareciesen extraídos de novelas.
Si se adopta un nombre así a un bebé, hay que tener en cuenta las repercusiones en la vida de éste. Porque quizás mientras se es niño, hay que ser conforme con lo promulgado por los padres, pero a medida que va creciendo, quizás le desagrade un poco el nombre que se le fue impuesto.
También, el nombre de un bebé determina lo que una persona ajena o ellos mismos piensen de él o ella al escuchar su nombre por primera vez, y se hagan una idea quizás real o equivocada de su personalidad.
Autoestima del niño o niña
Si se trata de un niño, es obvio que lo que se requiere es un nombre varonil para que este niño a lo largo de su vida, no se sienta acomplejado ante los demás varones.
Y por otro lado, en el caso de las niñas, es imperativo que tengan un nombre que resalte su feminidad y las haga sentir completamente bellas mujeres.