Dentro del mismo marco de la fuerza que se ejerce sobre un cuerpo en movimiento curvo, también encontramos la existencia de la llamada fuerza centrífuga.
Esta se explica como la percepción visual de la tendencia que tiene la masa para alejarse del centro de la curva que da origen a la ya expuesta fuerza centrípeta.
Para explicarlo de un modo más sencillo se debe pensar en un objeto, cuerpo o masa que rota sobre su propio eje sin cambios de aceleración ni deformaciones.
No obstante, cuando un observador lo evalúa, podrá distinguir que los extremos de la masa se separan del centro de la fuerza (eje de rotación), pero es ilusorio.
Así es como la fuerza centrífuga es considerada una fuerza ficticia en función de que los cuerpos en realidad no sufren tal modificación, pero tiene un principio.
Ejemplos
Para validarlo podemos citar algunos ejemplos sencillos que apoyen esa teoría.
1. Vehículo: un auto en movimiento se mueve a una velocidad constante en línea recta, cuando este gira a la derecha, la fuerza centrífuga empujará al conductor y pasajeros hacia la izquierda y viceversa.
2. Lavarropas: los equipos de tecnología digital lo presentan como opción, y consiste en realizar un movimiento giratorio de la carga, impulsando a las prendas hacia los extremos (paredes) del cilindro interno.
3. La tierra: con respecto a su estrella (el sol) esta teoría explica su movimiento de rotación como una tendencia para alejar los lados del planeta en una dirección opuesta al sol, siguiendo el sentido de traslación.
Aplicaciones
Sin embargo, en la realidad la fuerza centrífuga es útil en campos como la farmacia, química orgánica, industria de alimentos, experimentos nucleares y fabricación de electrodomésticos.
De acuerdo con cada caso de puede usar para descomponer la materia (elementos químicos) para su reutilización o análisis individual y desarrollar mejoras tecnológicas para los equipos.
