La existencia del Océano Índico es gracias a las distintas vertientes hidrológicas que lo nutren. Un total de nueve ríos destacan como los encargados de esta labor. Destacándose el Zambeze entre los más extensos.
La mayoría de los ríos provienen del continente africano y asiático, constituyendo de esta manera las Vertientes del Océano Índico.
Vertiente asiática
Alrededor de 40 ríos provenientes de Asia cumplen con la tarea de alimentar al Océano Índico, para ello tienen que viajar miles de kilómetros, pero cumplen su cometido. La mayoría de estas vertientes nacen en el Golfo de Bengala de la India y Turquía.
Ríos marcados por la historia
Los famosos ríos Tigris y Eúfrates son nombrados con frecuencia en los pasajes bíblicos, por su cercanía al Edén. En conjunto constituyen la reconocida “tierra entre los ríos” llamada Mesopotamia.
Vertiente africana
Las aguas de los ríos africanos también emprenden el camino hacia el Océano Índico. Parten de tierra firme y de algunas islas. Países como: Kenia, Angola, Namibia. Zambia y Tanzania conducen sus aguas hacia este gran océano. Mientras que las islas de Mauricio y Madagascar son solo algunas de las cuales sus ríos fluyen al Índico.
Vertiente Australiana
La hidrología australiana es una de las más importantes Vertientes del Océano Índico. Alrededor de 17 ríos cumplen con la misión de llevar todos sus dones hacia este gran cuerpo de agua.
Top Ríos
Entre los principales afluentes que nutren al Océano Índico desde Australia, destacan los ríos: Murray, Murchinson y el Lachlan. Llegando a recorrer más de 2.000 kilómetros. Particularmente, el Murray confluye con el río Darling, cualidad que le permite alcanzar casi 4.000 kilómetros.
Mientras que Murchinson también compite, en cuanto a su capacidad. Pues, su cuenca supera los 80.000 kilómetros cúbicos de profundidad.
Las vertientes del Océano Índico constituyen un sistema complejo de ríos que parten de tres continentes para dar origen a un océano apasionante.