La mayoría de personas comienzan a fumar desde la adolescencia.
Generalmente cuando un adolescente o alguien que ya ha pasado por esta etapa del desarrollo ve a alguien fumando como a los padres o a los amigos, pues, de acuerdo a opinión de los expertos se sentiría mucho más atraído a probar el cigarrillo.
Muchas de las personas que intentan fumar han dicho que en su primera vez querían saber qué tan bien se sentían si probaban el tabaco. El negocio de la industria tabacalera le llega a mucha gente. Esta industria gasta millones de dólares cada año mercadeando.
Desde el 2005 el número de películas donde aparece el cigarrillo ha disminuido y eso se debe al acuerdo que data desde el 1998 entre la industria tabacalera y el cine. El cigarrillo también puede llegar a los jóvenes a través del internet, y de los anuncios televisivos ya sabemos mucho.
La adicción a la nicotina puede pasarle a cualquier persona, aunque quienes más temprano empiezan más tienen la posibilidad de convertirse en adictos.
Las estadísticas dicen que 9 de cada 10 fumadores adultos empezaron a usar el cigarrillo antes de los 18 años, aunque se dice que un gran porcentaje empieza por una edad que ronda los 26 años.
El que fuma habla de sentirse bien, y encuentra en el cigarrillo una manera de sentirse bien por lo menos en lo que respecta a controlar la ansiedad.
Para quienes no fuman, meterse un cigarrillo en la boca puede ser muy desagradable, pero para quien ya es adicto fumar implica involucrar todos los sentidos bajo una sensación de placer.
El fumador te dice que quiere dejar de fumar, pero está atado al vicio a través de la nicotina, aunque para los adictos el problema parece ir más lejos.