Vivimos pensando en rodearnos de lujo, comodidad y bienestar para nosotros y nuestra familia. Nos sentimos orgullosos como seres humanos cada que sale un nuevo invento, medicamento o producto que va a cambiar y mejorar nuestras vidas.
Pero pocos pensamos ¿qué es lo que realmente implica este avance?, ¿A dónde se va lo que ya no ocupamos? ¿Cuántos desechos tiene la empresa que fabricó mi producto favorito?
Poco nos paramos a pensar en estos detalles, una vez que tiramos a la basura lo que ya no queremos nos da igual lo que suceda después. Sin darnos cuenta que es junto aquí donde nos estamos afectando físicamente.
Y lo que es peor aún, a nuestros hijos, nietos y familiares también les estamos afectando. Todo lo que las empresas producen genera desechos, después de consumir los artículos nosotros generamos desechos y estos a su vez generan una contaminación.
La gente ha aprendido a vivir con estos cambios en el ambiente y los ve como algo natural, no es así, nosotros los humanos estamos generando esos cambios en el ambiente con toda nuestra contaminación.
Solemos decir cuando suben las temperaturas que el clima se ah vuelto loco, pero no es locura lo que le pasa al clima, es una consecuencia de nuestros actos masivos.
Nos parece fácil pensar que así como hay gente que daña el medio ambiente, hay personas que se encargan de cuidarlo, les mandamos bendiciones a aquellos que intentan ayudar y seguimos con nuestra vida creando desechos.
Es bastante común pensar cuando vamos caminando por la calle que si se nos cae una basura al suelo y no la levantamos, no pasará nada. Error, debemos empezar a pensar que no somos los únicos que dejamos caer basura al suelo.
Somos más de 7 millones de personas que a diario tiramos basura y que no somos conscientes de que esa basura no desaparece mágicamente y termia contaminando todo el ambiente.
Nuestra indiferencia con este tema es la causa principal de todas las nuevas enfermedades que surgen de los cambios climáticos y del deterioro del mundo en el que vivimos.