La lluvia ácida se refiere a una forma de precipitación que se da por las concentraciones de gases como dióxido de azufre y, otro como óxido de nitrógeno. Esta se puede mostrar en manera de lluvia, niebla, o nieve.
Se liberan estos gases sobre la atmósfera, causando severos daños al medio ambiente. Aunque la lluvia ácida no siempre es peligrosa, existe un equilibrio recomendable de 6.5 de su pH.
Es importante resaltar que la lluvia ácida no afecta directamente, es solo por la interacción de los gases. Sin embargo, al bajar el pH de 5.0 a 3.0 la lluvia se vuelve más ácida, lo que trae consecuencias como afectar la salud y el entorno de los seres vivos. Debido a que las partículas o gases suelen viajar por el aire.
¿Qué es dañino para el medio ambiente?
Las fábricas, industrias, el combustible fósil y la quema de carbón son uno de los factores que puede generar lluvia ácida.
Estos tienen gases altamente contaminantes para la tierra y afecta de manera directa. De manera natural también puede provocar lluvia ácida los volcanes en descomposición y erupción que liberan ciertos químicos a la atmósfera.
¿Qué efectos puede causar la lluvia ácida?
Uno de los efectos relevantes es sobre las edificaciones y objetos porque la lluvia ácida contiene corrosivos.
Esto puede hacer que la pintura que tienen los vehículos y edificios caiga o se deteriore. Asimismo, podría diluir el carbonato de calcio. Se estropea edificaciones o monumentos construidos en caliza o mármol.
Los gases de óxido de nitrógeno y dióxido de azufre ponen en juego la salud de las personas. Lo que conlleva a que algunos puedan llegar a ser diagnosticados de enfermedades respiratorias, ya sea bronquitis o asma.
Planteamientos para reducir los gases
Por un lado, para evitar la lluvia ácida se utilizan fuentes de energías renovables. Por ejemplo, la energía solar y eólica, las baterías, electricidad y similares.
Por otro lado, a través de la educación se puede informar entre las comunidades acerca de la lluvia ácida y lo que ocasiona.
En conclusión, diferentes países en el mundo han regulado los gases que se transforman en lluvia ácida.
Con esto se reduce la contaminación, por lo tanto, también puede disminuir la serie de efectos que impactan. Además, protege la salud de las personas y el buen ambiente para los seres vivos.