Fuerza eléctrica

Para la interacción eléctrica, las cargas deben entenderse desde un punto de vista constitutivo formado por átomos que a su vez contienen protones, neutrones y electrones.

A estos se les conoce como cargas positivas, neutrales y negativas, respectivamente, y su coparticipación es necesaria para poder generar a la denominada fuerza eléctrica.

Esta colaboración se llama campo vectorial y describe un comportamiento de atracción (cargas diferentes), repulsión (cargas iguales), salida (protón) y llegada (electrón).

La fuerza eléctrica, entonces, se conduce por este campo suministrando una cantidad de energía a determinado cuerpo, masa u objeto para ejercer una función específica.

Fuerza eléctrica

Aplicaciones

La fuerza eléctrica puede identificarse a través de la transformación resultante del viaje que realiza dentro de un circuito cerrado.

            1. Luz: lámparas, bombillas de uso doméstico, industrial u otros.

            2. Calor: sistemas de calefacción, generadores termodinámicos, entre otros.

            3. Motor: aparatos, electrodoméstico, equipos de entretenimiento (TV, radio, etc.), autos eléctricos.

            4. Almacenamiento: baterías recargables (laptops, smartphones, pilas de níquel).

En este sentido, la fuerza eléctrica no representa en sí misma una fuerza sino el resultado de la interacción de otros factores electromotrices, electroestáticos, electromagnéticos, entre otros.

No obstante, si nos basamos en el concepto original de la fuerza que mueve alguna masa en función de su peso conjugado con la velocidad que alcanza podemos definirla por conductas.

De modo explicativo, la masa y peso son los protones y electrones, mientras que la aceleración es el movimiento de atracción o repulsión que se desarrolla entre dos de igual o diferente carga.


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