Reconsiderando a Isaac Newton, su segunda ley dicta que para producir una aceleración se debe ejercer alguna fuerza sobre la trayectoria hacia donde una masa va dirigida.
Sin embargo, la perspectiva clásica de estudio teórico de esta ley suele representarse en recorridos en línea recta en lo que fundamenta su expresión a velocidad constante.
Por otra parte, si consideramos una orientación modificada, en este caso curvilínea, el movimiento constante se rompería por el cambio uniforme del camino inicial.
Esto se define como fuerza centrípeta, que etimológica y experimentalmente significa “movimiento buscando el centro”, y ese es su principio de acción y efecto fundamental.
La fuerza centrípeta explica que la aceleración durante una trayectoria curva se dirige hacia el centro de una circunferencia imaginaria para cambios vectoriales.
Otro punto de vista
Dicho de otro modo, la fuerza proporcional a la velocidad de reubica, expresa y ejerce a partir del centro, y así mismo conviene los cambios cuantificables del movimiento.
Inclusive, viéndolo desde un punto de vista matemático, el valor de una fuerza se obtiene al multiplicar el peso de la masa por la velocidad o aceleración cuadrada (m*v2).
Mientras tanto, cuando hablamos de fuerza centrípeta, debemos amplificar la ecuación divisible entre el radio (medica desde el centro del círculo hasta alguno de los límites).
Otra forma de verlo, y es la tradicionalmente expuesta es precisamente una aceleración constante en un recorrido circular continuo, es decir, sin cambios de orientación.
Con este modelo, el cambio se mantiene dadas las condiciones del recorrido que igualmente buscará el centro como origen de la fuerza, pero con valores más constantes.