Cuando escuchamos hablar de algo conocido como energía cinética, lo primero que nos viene a la mente es un montón de números y una larga lista de cálculos que debemos hacer para poderla determinar, pero no necesariamente tiene que ser así. De hecho, puede ser mucho más simple de lo que muchos pensarían.
Para poder determinar la energía cinética de un objeto, lo primero es saber en qué consiste el trabajo que hace que el objeto se mueva.
Es estrictamente necesario que exista un trabajo que sea capaz de aplicar la energía en un cuerpo o, de lo contrario, no existen valores para llevar acabo ningún cálculo.
Adicional a eso, ese trabajo debería ser multiplicado por una fuerza mientras se toma en consideración la masa del cuerpo al que desea aplicársele la energía. Es importante resaltar que la fuerza tiene que paralelarse con la superficieen la que el objeto se ubica para que pueda existir el desplazamiento que se busca.
Cuando llevamos todos los valores a una fórmula, hay que calcular el trabajo, el cual es el resultado de la multiplicación de los factores de la fuerza y la distancia.
Esto quiere decir que el trabajo es exactamente igual a la fuerza que s ele está aplicando al cuerpo para que pueda ser movido y la distancia que va recorriendo durante este proceso.
En el caso de la energía cinética lo que corresponde es la multiplicación de la masa con la velocidad elevada al cuadrado y la división del resultado entre 2. Es así cuando ya se obtiene el resultado de la energía que posee un objeto que se encuentra en movimiento.
Para mayores detalles sobre las fórmulas y movimientos específicos, hay mucha información disponible en bibliotecas y libros que despejan muchas dudas al respecto.