La mediación es un proceso imparcial que busca llegar a un acuerdo entre dos partes distintas; de manera que, cuando es necesaria una mediación es porque no son capaces de alcanzar el acuerdo por sí mismos.
¿Por qué recurrir a un mediador?
Esta persona debe estar completamente desligada a los intereses de las partes involucradas; por lo tanto, solo servirá como comunicador y resguardará la buena naturaleza del dialogo. Cuando es necesaria la mediación básicamente no se logran alcanzar objetivos definidos; lo que requiere de la participación de un juicio externo.
En conclusión, las partes involucradas en el conflicto determinan cuando es necesaria la mediación; de hecho, en ocasiones el mediador es quien tiene el veredicto final en el acuerdo. De esta forma, ambas partes quedan en conformidad y sin mayor complicación.