Durante una reacción química se libera energía o se absorbe después de las reacciones. Lo cual puede manifestarse en forma de calor, luz o explosión.
Entendemos así, que una reacción química es una transformación de la materia en la que los átomos se recombinan, provocando un cambio químico del material. Este fenómeno no debe confundirse con un cambio de estado como la solidificación o vaporización, pues tal no es una reacción química debido a que los átomos no se recombinan.
Ahora bien, hay una enorme cantidad de energía potencial química en todo nuestro entorno: se puede decir que antes de arder, una vela tiene una energía potencial química.
Otro ejemplo lo encontramos en los seres vivos, la energía se transporta y almacena en forma de energía química, es por eso que es tan importante dicha forma de energía.
Precisamente, la molécula de ATP llamada trifosfato de adenosina es una molécula extremadamente importante para todos los seres vivos, ya que se utiliza para el transporte de energía.
De hecho, tiene la propiedad de poseer una alta energía potencial. Es capaz de dividir una molécula de ADP (adenosina difosfato) y una molécula de fosfato, liberando en ese momento una gran cantidad de energía.
Ecuación de la energía potencial quimíca
En un sentido matemático, para representar la reacción química se puede escribir en la forma de la ecuación química tradicional. En este caso, nos valemos de la fórmula de la combustión del carbono:
C + O2 = CO₂.
Finalmente, si entendemos la energía potencial química como la capacidad para liberar energía que posee la materia, tampoco es falso que la combustión es una manera de recuperar la energía potencial química almacenada en un combustible, ya se carbón o madera, transformándolo en otra forma de energía: el calor de la energía térmica, por ejemplo.