La humanidad y el planeta terrestre tal como los conocemos, habrán desaparecido a mediados de siglo si no se hace nada para subsanar la devastación del medio ambiente. De hecho, esta destrucción ha dejado de ser una visión al futuro lejana ya que viene sucediendo poco a poco, casi sin darnos cuenta.
Esto es algo que saben todos los políticos, economistas, científicos, ecólogos o expertos que tengan una mínima instrucción. Pero no es un tema que toquen en público lo suficiente, porque en la actualidad no parece que haya soluciones y sí muchos intereses de por medio.
Cuando se debate qué tipo de medidas hay que tomar y quiénes las deben tomar, la situación se suele radicalizar y, según la postura política y la situación geográfica del que habla, se defiende una postura u otra.
Después de elaborar una clasificación con los países que causan más impacto al medio ambiente, se ha demostrado que cuanto mayor es la riqueza económica del país mayor es su impacto.
Numerosos investigadores han realizado el estudio basado en siete indicadores de degradación del medio ambiente para crear dos listas. La primera clasifica a los países según el índice de impacto medioambiental en proporción de la función de la disponibilidad total de los recursos. El segundo listado clasifica según el índice de impacto absoluto midiendo la devastación total a escala mundial.
Los países con mayor impacto medioambiental
Impacto ambiental relativo (proporcional en base a los recursos). Gris más oscuro = mayor impacto
Conforme al primer listado los diez peores países con respecto al impacto en proporción a los recursos son: Singapur, Corea, Qatar, Kuwait, Japón, Tailandia, Bahrein, Malasia, Filipinas y Holanda. En términos generales son (en orden empezando por el que está peor): Brasil, EEUU, China, Indonesia, Japón, México, India, Rusia, Australia y Perú.
Impacto ambiental absoluto (en términos generales) Gris más oscuro = mayor impacto
Es de vital importancia tomar en cuenta que los indicadores empleados para el estudio fueron: la pérdida de bosque natural, conversión de hábitats, las capturas pesqueras, el uso de fertilizantes, la contaminación del agua, las emisiones de CO2, el uso de la tierra y las especies amenazadas o en peligro de extinción.