Uno de los grandes fenómenos que se producen en la Tierra y que posibilita el desarrollo de la vida es el denominado efecto invernadero, gracias al cual se mantiene la estabilidad del planeta en general y el calor que permite el desarrollo de los seres vivos.
Pero este fenómeno está siendo afectado por la acción humana y la emisión de gases en la atmósfera. Esto significa un gigantesco cambio climático, una modificación global en perjuicio de la especie humana y de su mundo.
El efecto invernadero se produce naturalmente
Algunos gases se emiten de forma natural en el planeta y producen este efecto invernadero; este tipo de emisiones son las que, hasta ahora, han ayudado a poder vivir apaciblemente en el planeta consiguiendo un ambiente térmico óptimo para la vida de todo el ecosistema.
Dichos gases proceden de la actividad de los volcanes, la evaporación del agua oceánica, el metano, el ozono, el dióxido de carbono, el óxido nitroso. Son causas en las que no ha intervenido el hombre y que contribuyen a mantener el clima óptimo para desarrollarse la vida.
Pero también artificialmente
Si solo hubiera causas naturales de este efecto atmosférico, el futuro de la Tierra no correría peligro. Pero la deforestación aumenta el dióxido de carbono en la atmósfera. Los productos y métodos que suelen usarse actualmente para el cultivo de la tierra emiten gases de efecto invernadero.
El petróleo, carbón y gasolina son los principales productos usados para la automatización tecnológica y al consumirse emiten significativas cantidades de gases nocivos. Estos son producidos en la industrialización.
Los electrodomésticos, los productos de limpieza, la laca, los aerosoles, entre muchos otros afectan. De ahí la importancia de desconectar todos los aparatos eléctricos cuando no se usen.
Más personas, más industrialización y más… bueno, ¡efecto invernadero!
El aumento demográfico incide de forma directa, ya que se requiere que la industria elabore más productos y que haya, en general, más consumo de los recursos.
Las basuras generadas mientras se vive son también una de las principales causas del efecto invernadero. El motivo es que los productos se terminan quemando y este humo está repleto de gases que promueven esta situación. Por esto es tan importante reciclar para reducir al máximo las emisiones de estos gases.