La producción de la energía eólica se encuentra en la energía mecánica que se ejerce tras el impacto de los vientos.
Consiste en que la fuerza del viento hace girar las hélices de las turbinas de los aerogeneradores, ubicados en lugares estratégicos, lo cual genera la energía cinética (de movimiento), que es transferida a un generador eléctrico.
En su parte posterior, una veleta lo orienta para saber de dónde viene el viento.
Acto seguido, es enviada a la red eléctrica, para cubrir la demanda de consumo: vivienda, industria, agricultura, servicio médico, etc.
Este conjunto de instrumentos se conocen como parque eólico.
Nota curiosa…
—¿Te acuerdas de los molinos del viento de Don Quijote?
—Ellos son los antecesores de las turbinas.
Las turbinas son grandes molinos de entre 40 y 50 metros de altitud y con hélices de hasta 23 metros de diámetro. Para su funcionamiento, tienen que recibir un viento de cómo mínimo 15km/h.
En resumen…
La energía eólica funciona de la siguiente manera:
1. El generador eólico está compuesto por hélices que giran al pasar el viento entre ellas.
2. Genera una diferencia de presiones que produce un movimiento rotatorio en el eje principal del generador: fluido e intercambio de los vientos.
3. El eje está conectado a una serie de engranajes que multiplican la fuerza del movimiento y con ello se genera energía eléctrica.